Hombres y mujeres Nuba
Parece que me leas el pensamiento Laura, justo estaba buscando la información...
* Ubicación: montañas Nuba, en Kordofán, Sudán.
* Población total: ca. 500.000 habitantes.
* Lengua: Niger-Congo, Kordofanian, Kordofanian Proper y ramas Nilo-Saharianas
* Tribus: Acheron, Dagik, Kadaru, Katcha-Kadugli-Miri, Katla, Ko, Koalib, Moro, Ngile, Otoro, Shwai, Tagoi, Tegali...
Etnias
El pueblo nuba agrupa a más de veinte grupos étnicos diferentes que se localizan en la cadena montañosa de Nuba situada en el Kordofán, la provincia central del Sudán. Se llaman a sí mismos la “gente de las colinas”, dado el lugar que habitan, y sus poblados son permanentes (al contrario de muchos de sus vecinos de las llanuras) porque en las colinas nunca falta el agua.
Las colinas han demostrado ser una magnífica defensa natural contra la influencia externa, incluso de la cultura árabe que ha absorbido a las tribus vecinas. Aun así, entre ellos hay marcadas diferencias. Los nuba hablan más de cincuenta dialectos distintos y muchos grupos tienen formas de vida totalmente dispares. No por hablar dialectos distintos, han dejado de entenderse...
Los nuba han sufrido mucho en los últimos tiempos, por los intentos del gobierno para expropiar los terrenos.
Organización social
La mayoría de los clanes nuba se organizan socialmente de forma patrilineal (descendencia y propiedad mantenida por la línea paterna), aunque algunos nuba del sur lo hacen de forma matrilineal.
Los miembros de un clan pueden estar predestinados, a través del padre o de la madre, a dedicarse a proporcionar determinados servicios a la sociedad. Asimismo, en algunas zonas cada clan se encarga de algún trabajo o función (ceremonias, administración de alimentos...) que repercute en beneficio de toda la comunidad.
Guerreras Nuba
Asentamientos
Algunas construcciones de los nuba, como las de la zona de Korongo, son especialmente artísticas. Son construcciones enlazadas de seis en seis y rodeadas por un muro común. La cara externa de éste, de tierra (grafítica y azulada) se pule hasta que brilla intensamente. Estas paredes se decoran con exóticos dibujos en color escarlata, blanco y amarillo ocre.
Economía
Las huertas cercanas a las viviendas les suministran las provisiones necesarias para autoabastecerse. Cultivan mijo (base de su alimentación), sésamo, cacahuete, tabaco, alubias, maíz, cebollas... También crían ganado, que les proporciona carne y leche fresca. Tanto el campo como el ganado, durante la estación húmeda, ocupan la mayor parte del jornada. Con la llegada de la estación seca, el trabajo en el poblado se relaja y los nubas pueden dedicar mucho tiempo a sus actividades preferidas: el deporte y la lucha.
Costumbres
Los niños y niñas aprenden a pelear desde edades muy tempranas y al alcanzar la pubertad ya disfrutan de los duros enfrentamientos entre aldeas, que otorgan al poblado vencedor un gran prestigio.
Algunas de estas luchas se llevan a cabo por hombres y mujeres más maduros, y se participa con lanzas y escudos. Estas peleas, más peligrosas, requieren un importante grado de habilidad.
Bajo la práctica del deporte subyace un pensamiento importante para los nubas: si los jóvenes son fuertes, toda la comunidad lo será. Así, la lucha, contiene un sentimiento religioso, exteriorizado en los cuerpos cubiertos de ceniza sagrada de los luchadores. Esta ceniza representa la resistencia, incluso la eternidad, y se considera que un nuba cubierto de ceniza adquiere un carácter sagrado. Otro de sus usos es frotarla por todo el cuerpo para ritos ceremoniales tales como evitar las tormentas de viento (habub) que a veces azotan los poblados.
Creencias
Las creencias de los nuba tienen su máximo representante en la figura del chamán. Es él quien se relaciona con los poderosos espíritus para mejorar la caza, obtener lluvia, sanar enfermedades, proteger las cosechas o propiciar la fecundidad. Aunque el Islam se está introduciendo en estas comunidades, los nuba mantienen sus antiguas creencias entremezcladas con el nuevo credo. Antiguas tradiciones como la lucha (muy practicado entre los nuba) se mantienen y se apoyan en un factor religioso.
Nubas sin socializar
Genocidio Nuba
Un estudio de 2001 del Instituto de Investigación de Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD), hecho público en la Cumbre de Durban contra el racismo, ha vuelto a poner a Sudán bajo la mirada de la comunidad internacional. Azotado por la pobreza, el hambre y una terrible guerra que ya se ha cobrado dos millones de muertos desde 1983, Sudán ha sido señalado desde Naciones Unidas como un país donde aún persiste la esclavitud, el reclutamiento forzoso de menores y varias clases de discriminación social y racial; Asi, como otros abusos de los derechos humanos. El estudio de UNRISD, sin embargo, va más lejos, y denuncia el "genocidio" perpetrado contra el pueblo Nuba y la "limpieza étnica" en la región del Nilo azul.
A pesar del acuerdo de armisticio, los combates en el sur y el este del país continúan entre el Ejército Regular Sudanés, los grupos paramilitares denominados Fuerzas Populares de Defensa (FPD) y las Milicias Murahaleen, partidarios del gobierno islámico de Jartum, frente a las diversas fuerzas aliadas con el grupo de oposición Ejército Popular de Liberación de Sudán (EPLS).
Nuba socializado
Pero, la guerra de Sudán no sólo es un conflicto basado en la lucha religiosa entre un norte islámico y un sur cristiano y animista. La guerra entre el Gobierno del norte y los grupos rebeldes del sur es, en gran parte, una lucha por el control de los recursos naturales de la región. El derrumbe de la economía del norte por la sistemática explotación del suelo ha obligado a las élites mercantiles del norte a expandir sus actividades económicas hacia el sur. Es allí donde se encuentran las fértiles tierras de Renk, la zona petrolífera de Bentiu y los yacimientos de níquel y uranio. Sólo el 5% del suelo sudanés es cultivable, lo que agudiza la lucha por el territorio útil. Además, un 95% de los bosques del este de Sudán ha desaparecido para dejar espacio a los cultivos masivos y, al ritmo actual de la erosión, todos los bosques de la zona nororiental del país se habrán esfumado al finalizar el siglo. Por el contrario, las extensas sabanas y los bosques meridionales se han mantenido más o menos intactos por el aislamiento histórico de la zona y su pobre infraestructura vial.
Los Nuba son una de las principales víctimas de esta situación en la región meridional de Kordofán. Los Nuba han competido desde el siglo XIX con sus vecinos árabes, los Baggara, por el agua y la tierra de esta zona. Hoy en día, el EPLS tiene una de sus bases más fuertes entre esta población. Aislados por la guerra y el ejército, los Nuba no poseen prácticamente nada. No tienen médicos, y carecen en práctica de abastecimiento alimentario. La guerra lo ha destruido prácticamente todo. El conocido escritor Bernard-Henri Lévy afirma lo siguiente: "Los Nuba, cansados de ser bombardeados, de comer saltamontes y raíces cocidas, de ver a sus hijos morir de enfermedades nuevas o, por el contrario, olvidados y sin curación posible, terminan por bajar a las llanuras y refugiarse en los "campos de paz" que, en realidad, son centros de selección de mercaderes de esclavos. Había un millón de nubas. Sólo quedan 300.000. ¿Qué pasó con los demás? ¿Muertos, desaparecidos o víctimas de los negreros de Kordofan que les han vendido a las familias árabes de Jartum?"
Según un informe de Naciones Unidas, el Gobierno de Jartum desplegó al ejército en torno a los yacimientos petrolíferos con el fin de garantizar la seguridad de las explotaciones. En septiembre de 2000, cuando se realizó el primer envío de 30.000 barriles de petróleo, los habitantes de la región denunciaron que varios helicópteros sobrevolaron y bombardearon indiscriminadamente blancos civiles. Sin embargo, grandes empresas petroleras extranjeras emplazadas en el país, como las francesas Elf Aquitaine y TotalFina, la italiana AGIP, la austriaca ÖMV Sudan GmbH o la canadiense Talismán, han negado toda responsabilidad respecto a los abusos en los que están implicadas las fuerzas que ellas mismas contrataban para proteger los yacimientos.
Según Abdel Asis, líder de los Nuba, es hipócrita creer que la situación regional sea tan solo un conflicto de carácter religioso, y que no existan responsabilidades internacionales derivadas de una guerra convenientemente silenciada:
"¿Cómo es posible que se extermine a un pueblo, que se le ahogue así, dulcemente, sin testigos, sólo porque se encuentra en la ruta del petróleo?".
Volver al origen no es retroceder.
Delia De Arizkun
La antropología resulta fascinante porque nos proporciona una nueva mirada. Al conocer otras formas posibles de socialización, otras culturas, relativizamos la nuestra propia, de manera que podemos volver a mirarnos el ombligo desde una perspectiva más amplia. Mirar al resto nos sirve para mirarnos a nosotras mismas desde otros ojos y hacer autocrítica, con el fin de ampliar las posibilidades propias de cambio. Volver al origen no es retroceder, puede aprovecharse como una oportunidad magnífica de repensarnos para favorecer las necesarias revoluciones sociales que aspiran hacia sociedades más equitativas.
ResponderEliminarDesde una perspectiva de género, la tribu Nuba hace visible la construcción de los roles de género. Las mujeres Nuba -si es que tienen esta categorización- son guerreras igual que sus compañeros, y las luchas se producen entre gente adulta, más que por distinción de sexo. Desde la antropología del género hayamos muchos otros ejemplos y Margaret Mead, de la que hablaremos en otra entrada, es una pionera en este sentido a la que vale la pena acercarse.
De todos modos, haría un apunte a los pies de foto de la tercera y cuarta foto. Entiendo que se trata de población Nuba antes y después de su contacto con la cultura Occidental, pero no podemos hablar de Nuba antes de la socialización y después de la misma. Como Nuba son una cultura. Y socializan a sus criaturas en sus costumbres y tradiciones. Lo que ocurre después es que pierden gran parte de sus particularidades de socialización, empobreciendo la riqueza cultural humana, y otra cultura que se ha arrogado como la única valida, impone sus valores causando los estragos que las fotos describen por si mismas. En este sentido sí, las imágenes me provocan más estímulos de los que soy capaz de expresar: cuerpos atléticos frente a sonrisa desdentada no parece un triunfo cultural ¿Es hora de volver a los campos? Recomiendo aquí esta película "El planeta libre"de Alain Sarde (1996): http://www.youtube.com/watch?v=fSskNZpEeTY&feature=youtu.be
Laura